4 días en San Pedro de Atacama - Parte II

Tenía pendiente darles el dato del paseo a las Lagunas Altiplánicas, que fue el que hicimos el último día en San Pedro y básicamente lo aparté, porque es un panorama que requiere un poco más de logística que los otros, pero es tan tan hermoso, que vale la pena entrar en detalles.
De partida, para ir hay que comprar las entradas en la página de Socaire con al menos un día de anticipación. Ahí eliges si quieres incluir el Salar y las Lagunas, o solo uno, y agendas tu reserva a las horas que se ofrecen. Esa hora que elijes es la hora a la que tienes que estar llegando a Socaire, que está aproximadamente a unos 80 minutos de San Pedro en auto, haces una especie de check in y desde ese punto en adelante ya da lo mismo lo que te demores en llegar a tu destino. Nosotros elegimos los dos paseos y desde Socaire nos fuimos directo hasta el Salar que es lo más lejano a unos 60 km., y obviamente nos fuimos parando a sacar fotitos y mirar la fauna altiplánica con la que nos fuimos cruzando, y a la vuelta tomamos el desvío para ir a las Lagunas.
El precio de la entrada para los dos lugares es de $12.000 por persona, y creo que es importante considerar que a eso le tienes que sumar el valor de la bencina, porque igual es su pique y con la inflación mi niña, el costo sube bastante. En todo caso si ya arrendé el auto, me parecería absurdo cagarme con la bencina.
Obviamente si no tienes auto no importa porque este paseo te lo venden en las un millón de agencias que hay por todas partes en San Pedro (puede que lo veas promocionado como “Piedras Rojas”, pero es lo mismo, efectivamente las piedras rojas están en el salar), y ahí te llevan en van y probablemente no tienes que hacer la compra de entradas por la web ni nada de eso, pero no sabría decirles cuánto cuesta el paseo en ese formato.
Lo más bacán del paseo es que no es un pique largo para llegar a un lugar puntual y recién empezar a disfrutar, sino que durante todo el camino vas viendo cómo va cambiando el paisaje y se va poniendo cada vez más altiplánico y vas encontrando colores, horizontes y criaturas que no ves en la zona desértica en la que estás cuando recién emprendes rumbo. Desde que fui a Bolivia quedé con una fascinación por la amplitud y la profundidad de los colores que te ofrece el altiplano.
A mí en lo personal me gustó más el Salar que las lagunas, así que ese lo recomiendo sí o sí. En el Salar tienen un sendero que toma aproximadamente una hora caminarlo entero y vas disfrutando del viento y las vistas. Eso sí, debo advertirles que está a casi 4 mil metros de altura, así que hay que abrigarse mucho (aunque vayan en verano), porque corre ese viento helado propio del altiplano.
A la vuelta del Salar, pasamos a conocer las Lagunas Altiplánicas, que es un lugar en el que desde distintos miradores tienes vistas a las lagunas Miscanti y Miñiques, las cuales son formadas por aguas subterráneas. Esta parte del paseo es más corta, no tiene largos senderos y tiene hartos puntos para hacer fotos bonitas. Además, es común encontrar zorritos, vicuñas y nosotros incluso tuvimos la suerte de cruzarnos con un “Suri” o “Ñandú altiplánico”, una hermosura que nos dejó felices y contentos para volver satisfechos a la civilización.
Así como dato, para que puedan prepararse para este paseo, les cuento cómo lo hicimos nosotros, porque de hecho ese mismo día volvíamos a Santiago y el último día de los viajes suele darse medio por perdido, pero para que tengan un ejemplo de que igual puede aprovecharse.
Teníamos que estar a las 7 PM en Calama para llegar a tiempo al aeropuerto, devolver el auto y hacer todo el trámite tranquilos. Por eso, calculamos que teníamos que estar de vuelta en San Pedro máximo a las 5 PM y la verdad es que el cálculo estuvo bien, porque volvimos incluso un poquito antes y alcanzamos a pasar a comer algo en San Pedro antes de irnos.
Las entradas las compramos el día anterior por internet y la hora a la que agendamos fue a las 11 AM. Para llegar a esa hora (te piden puntualidad) a Socaire, salimos tipo 9.30 AM de San Pedro, nos fuimos con calma y llegamos perfecto. De ahí seguimos para arriba con más calma aún, parando a tomar fotitos y a mirar a las vicuñas preciosas que nos encontramos en el camino.
El resto ya se los conté, hicimos el sendero del Salar bien tranquilos y emprendimos camino de vuelta con una parada rápida pero precisa en las lagunas.
Como tip práctico, puedo decirles lo siguiente:
  • No tomen un desayuno muy pesado y lleven harta agüita, recuerden que van a estar a varios metros de altura y no todos los cuerpos reaccionan igual a la puna. Mejor asegurarse y ser precavido, pueden comer a la vuelta.
  • Lleven harto abrigo en serio, si es posible un gorrito y unos guantes para esconder hasta el último centímetro de piel, no se arriesguen a cagarse la onda del paseo por andar piluchos. El viento que corre es helado.
  • Por lo mismo, unos pañuelitos nunca estarán demás, porque ustedes ya saben lo que pasa con el viento frío en nuestras narices.
  • Y por último, lleven su mejor cámara, si tienen una con buen zoom mejor, para que puedan acercarse a través del lente a toda la fauna que van a ir divisando en el recorrido.
Y bueno eso, qué más quieren que les diga además de lo ultra híper mega recomendado que les dejo este paseo. Espero que les guste y les sirva esta info y que se van, puedan disfrutar la hermosura y el privilegio de estar en un lugar así, donde todo es inmensidad, silencio y contemplación.
Un abrazo con cariño, Diógenes.